D10S es mi Pastor, nada me falta

Hace ya 11 años que D10S decidió hacer su segunda venida, en forma de futbolista brasileiro, a nuestra Región. Desde entonces aglutina 173 dianas con el conjunto blanquiazul, 98 de ellas en la categoría de plata. Además, sus amplias funciones divinas le han brindado la oportunidad de regalar 18 asistencias bajo el cielo berciano.

Tiene 39 años, o eso dicen. Pero lo que está claro es que su deidad no se marchita con el paso de las temporadas. 11 tantos en la 2020/2021, 18 en la 2019/2020, 19 en la 2018/2019 y 20 en la 2017/2018. En total, suma más de 70 arcos batidos en 4 temporadas y ocho duelos. Sin duda, una divinidad con unos números olímpicos tan solo al alcance de unos pocos mortales de este deporte.

Él puede prever el futuro y lo tiene claro: jugar con la Deportiva en Primera División. Cada vez que observa una estrella fugaz pide un deseo y el suyo es ese. Sin embargo, para ello necesita la ayuda de varios seres humanos de altura. Naranjo, Ojeda, Espiau o, el recién llegado, Enrich, serán sus profetas de confianza para lograr un objetivo que no parece descabellado teniendo al elegido del gol en la plantilla.

Descendió a los infiernos, pero ascendió por todos nosotros.
En el invierno de la temporada 2015/2016, una serie de desavenencias con el que en su momento era técnico de la escuadra berciana (aparte de un completo incompetente), hizo que nuestro Salvador rescindiera su contrato entre lágrimas y tuviera que hacer las maletas para marcharse a la otra esquina del globo terráqueo, para demostrar a los incrédulos que el Altísimo también sabe jugar al deporte rey. Sin embargo, en su despedida nos dejó un halo de esperanza a todos sus discípulos, pues formuló la siguiente promesa: "No es un adiós, es un hasta luego".

Al año siguiente, su promesa se materializó y su ascenso al trono deportivista se hizo real. Pese a ello, todavía había incrédulos e ignorantes que dudaron en que Yuri nos devolvería al fútbol profesional. Éstos individuos, en la temporada 2018/2019, tuvieron que arrodillarse y pedir perdón. Él lo había conseguido. Nos volvía a llevar a nuestra competición fetiche y, una vez en ella, nos volvería a salvar partido tras partido para no volver a los infiernos...

Un ser de luz que decidió ser adoptado por El Bierzo.
Para no revelar su origen, decidió mostrarse como un mortal nacido en Maceió. No obstante, el Bierzo no entiende de colores, razas o procedencias. La tierra blanquiazul le ha adoptado sin mirar su lugar de origen. Después de más de 10 años pisando los maravillosos parajes verdes de la Comarca, el Consejo Comarcal ha decidido nombrarle como hijo de cada pueblo que conforma un lugar único. Sus lágrimas cristalinas cuando le entregaban el galardón dejan claro que uno no es de donde nace, sino de donde quiere morir.